Philips Altrilux,

lámpara reflectora clara de 500 W

     Para terminar ésta primera galería de lámparas de incandescencia, ahora traigo una bastante curiosa: la Philips ALTRILUX, una reflectora realmente grande tanto por su tamaño como por su consumo, nada menos que de 500 watios.

     Ésta lámpara con su potencia unitaria tan alta tuvo bastante aceptación hasta hace algunos años en aquellas instalaciones que precisaban iluminación concentrada pero ahorrando puntos de luz, especialmente en aplicaciones de alumbrado ornamental de interiores.

     El empleo de éstas reflectoras simplificaba enormemente la instalación y montaje, ya que permitía el alumbrado dirigido de superficies relativamente grandes evitando el coste -siempre elevado- de los aparatos de proyección.

     Según la información de que dispongo, éstas lámparas fueron lanzadas al mercado por Philips allá por el año 1940, por lo que estamos ante una verdadera "veterana", aunque éste ejemplar que

aquí se puede ver y que es el que actualmente tengo en mi colección, data de la primera mitad de los ochenta, época en la que desapareció de los catálogos, dejando por tanto de fabricarse hacia la mitad de aquella década.

     Lo primero que llama la atención de ésta enorme bombilla reflectora es, a parte de su potencia y tamaño, lo recio de la construcción y montaje de su filamento de espiral simple, el cual se halla sujeto por siete ganchos de molibdeno, los cuales han sido fijados a un botón cerámico que a su vez se halla sostenido por una gruesa  varilla  metálica  que  emerge  del pie  de  vidrio junto con los electrodos de alimentación. Todo éste conjunto sirve

para mantener en posición el enorme filamento, que adopta una compacta forma de zig-zag de cuatro "uves", el cual ocupa el centro focal del enorme paraboloide aluminizado formado por la parte trasera de la ampolla.

     Si se observa la foto con atención, podrá verse la arandela de mica que está situada justo detrás del botón aislante cerámico y delante del pie, a través de la cual pasan los alambres de acometida y la varilla de soporte del aislador. Creo que estará de mas decir que ésta arandela no es más que el típico deflector térmico adoptado en todas las lámparas de potencia media y elevada, para evitar el recalentamiento del casquillo y del pie, además de ayudar a mantener el gas caliente rodeando, en la medida de lo posible al filamento, en lugar de perderse en el cuello de la ampolla.

     El acabado de la misma es en vidrio claro, lo cual sin duda alguna, contribuye a formar un haz más concentrado y brillante que si se hubiera optado por el esmerilado interior que es característico de la práctica totalidad de las lámparas reflectoras actualmente en el mercado. De ésta forma, la luz proyectada por la lámpara adquiere una extraordinaria viveza que puede resultar incluso algo "agresiva", destacándose la formación de zonas altamente brillantes hacia el centro del haz, que son debidas a la proyección distorsionada de la imagen del filamento con sus cuatro "uves" anteriormente mencionadas. Éste detalle puede apreciarse claramente en la foto de la derecha, que corresponde a la proyección  de la luz  de la  

Forma del haz proyectado sobre una superficie blanca, a 2 mts.

lámpara sobre una superficie blanca situada a dos metros de la misma.

     La apertura efectiva de su haz viene siendo de entre 25 y 30º, si bien, debido a la potencia relativamente elevada de ésta lámpara, existe una importante emisión luminosa frontal-lateral que procede directamente del filamento y abarca un ángulo de hasta unos 100º . 

     Lógicamente una lámpara de ésta potencia ha de estar dotada de casquillo Goliat o E40, que es típico, salvo raras excepciones, de todas las lámparas de más de 200 watios. Éste está construído en chapa y lleva un acabado que no sabría precisar si es cromado o niquelado; lo que está claro es que no es el clásico de latón dorado.

     Lo que sí se puede apreciar claramente en su casquillo es el bello color azul intenso del aislador de vitrita, detalle que es posible  contemplar en las fotos del pequeño álbum adicional que acompañan a ésta página y que se pueden encontrar en el enlace indicado más abajo.

     La parte superior de la ampolla adopta una forma ligeramente apuntada, muy diferente de lo que estamos acostumbrados a ver en las reflectoras tradicionales de menor potencia; sin duda éste detalle tiene que ver con la necesidad de contar con un mayor volumen interno de la lámpara que permita mantener la temperatura de ésta zona de la ampolla dentro de unos límites prudenciales.

     Sobre la parte apuntada, ocupando el centro geométrico de la lámpara, se encuentra la inscripción con la marca, modelo, tensión y potencia de la misma, junto con una serie de referencias internas de la casa, así como la palabra "España", lo que indica que ésta bombilla es de fabricación nacional, correspondiendo como es lógico a los productos elaborados por la ya desaparecida fábrica de lámparas de Philips Ibérica, S.A.E.

Marca y características sobre la ampolla.

     Como dato anecdótico citaré que en un antiguo catálogo de la marca, se hacía referencia a la posibilidad de emplear éstas lámparas para la iluminación de fuentes luminosas, haciendo hincapié en la necesidad de contar con un abundante flujo de agua para su refrigeración.

     Realmente no llego a hacerme una idea del sistema o aparatos empleados para encender éstas lámparas sumergidas, estando la ampolla en contacto con el agua, pero a la vez evitando que ésta entrara en el portalámparas con el peligro que ello representaría, habida cuenta de que se trata de lámparas alimentadas a 220-230 voltios. Quizá pudiera tratarse de tipos especiales de portalámparas totalmente herméticos que permitieran la colocación de la lámpara a través de una junta de goma ceñida al cuello de la ampolla, impidiendo cualquier filtración entre éste y aquella, cuya acometida eléctrica también se realizaría a través de manguitos elásticos o prensaestopas.

     En definitiva, éstas eran unas curiosas reflectoras de uso general para aplicaciones de luz concentrada en aquellos casos en que lo más importante fuese la economía de material. Por ello era fácil ver éstas lámparas en interiores de iglesias, museos, salas de exposición, salones de actos y teatros, así como para el alumbrado de fachadas y monumentos en exteriores, siempre que se tuviera la 

Encendida a tensión nominal.

precaución de proteger la instalación y especialmente la bombilla en sí de los efectos de la lluvia, la condensación, los cambios bruscos de temperatura y la humedad en general.

    Y como dije antes, si alguien quiere ver más fotos de ésta enorme lámpara, aquí hay un enlace al  interesante Álbum fotográfico de la Philips Altrilux.