Desde los primeros días de la utilización de la electricidad para el alumbrado, ha ido creciendo la y afianzándose la idea de que el uso de la iluminación va más allá de la simple necesidad básica de contar con fuentes de luz artificial para prolongar el periodo de actividades durante la noche o en interiores oscuros. En efecto, la luz eléctrica, con su flexibilidad y facilidad de distribución y utilización, ha abierto nuevos caminos para la creación de ambientes y entornos, en los que es la luz misma, con sus características de color e intensidad, convenientemente manipulada y combinada con otros elementos, la que se convierte en objeto decorativo, creando singulares efectos imposibles de obtener por otros medios. Por ello, y durante muchos años, todos los fabricantes de lámparas han venido comercializado tipos para gran diversidad de aplicaciones, entre los que cabe citar aquellos especialmente concebidos para iluminación ornamental o decorativa. Uno de los más comunes y de uso más corriente es la clásica bombilla de vela, también conocida como lámpara flama. |
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Vista vertical. |
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Creadas en un principio para recrear la apariencia de la llama de una vela, especialmente para las lámparas de araña, éstas bombillas reúnen unas características muy peculiares, como son: la forma apuntada de su ampolla, su menor tamaño, su menor potencia y el uso casi generalizado de casquillos de paso más estrecho que el de los empleados en lámparas para uso general. La forma de la ampolla de éstas lámparas, ha variado a lo largo del tiempo, evolucionando desde la forma de pera alargada de las lámparas de hace treinta o más años hasta las actuales de ampolla ovoide apuntada, sin estrechamiento en la zona del cuello, las rizadas o las nuevas tendencias en formas de fantasía, como las ya habituales "golpe de viento" con una curiosa punta en la parte superior, ligeramente doblada como por efecto de un soplo. Los acabados más habituales suelen ser: clara, esmerilada (interior o exteriormente) y opal. Existen también otro tipo de acabados muy en boga actualmente, como son los "craquelés", oro, y coloreados. Si consideramos que éstas lámparas han de equipar luminarias con un número elevado de puntos de luz, es lógico pensar que su potencia unitaria sea algo más reducida que en las bombillas de uso normal, ya que si se empleasen lámparas de mayor wataje, el consumo total se elevaría exageradamente. Por otra parte, si bien las lámparas de vela pueden ir equipadas con casquillos Edison normales como el E27, lo habitual es hacer uso de roscas de paso estrecho, tipo "Mignon", o E14. Esto también depende de los diferentes países, ya que, por ejemplo en Norteamérica, se utiliza el llamado "Candelabra" que es una rosca de paso E12, y en el Reino Unido, donde está normalizado el casquillo de bayoneta de doble contacto en lugar del Edison de rosca, las lámparas de vela suelen estar equipadas con el paso normal B22-d o con el BA15-d o estrecho. |
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¿Qué hace especial a ésta bombilla? sencillamente, la forma de su filamento, la ausencia de relleno gaseoso y hecho de tratarse de una lámpara de fabricación actual. En efecto, hoy en día, la mayor parte de lámparas para alumbrado normal tienen filamentos con un espiralizado mas compacto, generalmente doble, soportados por dos corchetes de alambre y formando tres secciones rectilíneas anguladas entre sí, estando además rellenas de gas inerte. El filamento en doble espiral y la atmósfera gaseosa, permiten una mayor temperatura de trabajo y por tanto un mayor rendimiento, emitiendo además, una luz mucho más blanca que las de vacío. Sin embargo, la forma en zig-zag confiere al filamento un peculiar encanto muy apreciado en éste tipo de lámparas ornamentales, especialmente tratándose de bombillas de ampolla clara, donde el filamento queda a la vista. En las fotos puede apreciarse la forma de tres "uves" que tiene el filamento de ésta Osram Classic de quince watios; una potencia poco habitual en lámparas de construcción actual. |
Detalle de la forma del filamento. |
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Hace años, casi todas las empresas fabricantes ofrecían éste tipo de lámpara, especialmente para la tensión de 125 voltios, si bien hoy, sólo está disponible en los catálogos de dos o tres marcas. Como botón de muestra, véase ésta Philips de igual potencia y tensión que la Osram |
Classic, pero fabricada hace unos veinte años y de las cuales he adquirido una pequeña remesa de los restos de serie que le quedaban a mis primos de Radio Amores en Puertollano. Obsérvese que su construcción es prácticamente idéntica, diferenciándose únicamente en el material del casquillo, que en la Philips es de latón, mientras que en la Osram aquí presentada es de plancha galvanizada, como corresponde a la nuevas tendencias de fabricación. Debido a los datos anteriormente citados, la conclusión que se puede obtener es que éstas lámparas no son precisamente ahorradoras de energía, ya que con su flujo de 90 lúmenes, su rendimiento no rebasa los 6 Lm/w, emitiendo una luz más rojiza que sus hermanas con atmósfera gaseosa y potencias de veinticinco watios en adelante. Pero quizás ése sea uno de sus encantos y atractivos especiales. ¿No son mucho menos eficientes las lámparas de filamento de carbón, y sin embargo están hoy día tan de moda? |
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Encendida a tensión nominal. |
MARCA Y MODELO: | Osram Classic, vela. |
TENSIÓN: | 230v |
POTENCIA / INTENSIDAD: | 15w |
FRECUENCIA: | |
CASQUILLO: | E-14 |
FILAMENTO: | Tungsteno, espiral simple en zig-zag. |
ATMÓSFERA: | Vacío. |
AMPOLLA: | Vela normal lisa clara, 35mm diám. |
ÉPOCA DE FABRICACIÓN: | Año 2000÷2001 |
ORIGEN: | Francia. |